Estamos ante uno de esos casos de marca en la que su creador quería utilizar su apellido como nombre. Pero en este caso, Marcel Bich tomó una decisión estratégica: eliminar la h final de la marca, para evitar posibles confusiones y malas interpretaciones al pronunciarlo en inglés. Imagina que a tu marca la llaman “bitch” por ahí porque literalmente se pronuncia igual.
Sabia decisión la de quitar la h, ¿no?
¡Buenas noches! 🫒