Mucho, mucho. Y esta cosita del día es un ejemplo:
En los 90, James Bond cambió en la película Goldeneye su Aston Martin por un BMW Z3 Roadster, que todavía no había salido a la venta.
Funcionó tanto que días después BMW ya tenía 10.000 pedidos de ese modelo tras el estreno.
¡Buenas noches! 🫒