Carol Phillips era su nombre. Era una periodista que hablaba sin pelos en la lengua y que dejaba claro en sus escritos que la industria cosmética tenía que evolucionar.
En sus investigaciones conoció a un dermatólogo pionero que había creado el método de cuidado facial en 3 pasos (que ahora parece obvio, pero en la época el limpiar + exfoliar + hidratar era una locura. Él era el Dr. Norman Orentreich.
El 15 de agosto de 1967, Carol publicó un artículo hablando sobre estas novedades y sobre lo que para ella era la “esencia de la industria de la belleza”. En el artículo, el Dr. Orentreich se prestó a responder todo sobre la que consideraba la verdadera técnica de la limpieza facial.
El artículo incluía entre humor e información científica, la explicación sobre esta nueva técnica de los 3 pasos, y causó mucho revuelo. Llegó a manos de Estée Lauder, cuyo fundador (Leonard Lauder) tenía muy en mente la idea de expandir su marca más allá del nombre de su madre. Quería ir más allá, tener una empresa multimarca, ser moderno y creativo, atraer al público joven. Y al leer el artículo pensó: “esta es la mía”.
Así que quiso contactar con Carol y decirle que quería hacer realidad todo eso que mencionaba en sus artículos. Carol dijo sí, y 12 meses después, en septiembre de 1968, Clinique vio la luz. Y hasta ahora.
PD: Igual pronto en otra cosita del día te cuento el origen del nombre 🤓
